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Partes del pollo y para qué sirven

Cada una de las partes del pollo tiene unas propiedades y se puede utilizar a la hora de realizar diferentes platos. No solo es uno de los alimentos más consumidos del país, sino de todo el mundo, pues no solo se nos presenta como una gran fuente de vitaminas y minerales, sino que también contiene menos grasas que otras carnes. Es por eso, que, con el fin de aprovecharla al máximo, debes conocer cada una de sus partes y cuál es su utilidad.

Partes del Pollo: Conoce el pollo

Como mencionamos más arriba, el pollo es uno de los alimentos mejor balanceados para nuestra salud, por lo que es importante aprovecharlo al máximo. En reglas generales, se puede determinar que el pollo tiene unas 113 kcal por cada 100 gramos que consumimos. Por otra parte, el ser humano en el mundo come en promedio unos 13,87 Kg al año.

Claro, todo esto se determina teniendo en cuenta la contribución calórica de cada una de las partes del pollo, además de que esta varía según la forma en la que se cocine. Pero, ¿por qué es importante conocer todo esto? Para determinar la importancia de saber que partes se pueden cocinar y de qué manera, con el fin de sacarle el máximo provecho.

El pollo es de las carnes más versátiles en la cocina, por lo que cada una de sus piezas pueden cocinarse en conjunto o por separado, pero para hacer esto de manera adecuada tienes que saber realmente cuántas partes posee, fíjate a continuación la distribución del pollo y para qué sirven cada una de sus secciones.

Partes del pollo: Parte delantera

En la zona delantera del pollo podemos encontrar algunas de las partes más reconocidas del mismo, como las alitas y la pechuga. Con respecto al cuello y las crestas, están también se hallan en la parte delantera. Para acompañar estas áreas podríamos valernos de variados métodos: en fondos, fritos, arroces, asados y mucho más.

Ala o Alita

Las alitas de pollo, son aquellas que salen desde la base del hueso. En ciertos países, en esta parte es donde se suelen colocar las hormonas con el fin de fomentar el crecimiento del animal. La alita se divide de tres maneras o falanges, que serían: el alón, la blanqueta y la punta.

Se pueden cocinar de manera completa o separando las falanges, tal como lo desees. Las mismas, con frecuencia se fríen o se usan en barbacoas. Además de ser un gran aperitivo o complemento, ya que si se acompaña con una salsa tendrías la cena terminada.

La primera falange del ala de pollo, es la blanqueta, que es una de las que más contiene carne y se puede conseguir de manera más cercana a la pechuga.

La siguiente sección del ala es la que le sigue a la blanqueta y es la que se centra en el medio del ala. La misma no tiene mucha carne, pero es la que resulta más jugosa de toda la pieza.

Finalmente, la punta del ala, que es la menos carnosa. Esta se puede usar en caldos o en platillos fritos, pero también asada, y aunque es una pieza pequeña, se reporta un gran sabor.

Pechuga

La pechuga del pollo es aquella que está dispuesta para nuestro consumo deshuesada o sin deshuesar, además de también optar por comerla con o sin piel. La misma se sirve generalmente entera y de manera limpia, o en ocasiones, partida en la mitad con el fin de cocer guisos.

Esta parte del pollo es de las más consumidas de todo el alimento, y suele ser utilizada con frecuencia en dietas hipocalóricas, puesto que es la zona del mismo que aloja menos grasa.

Filetes de pechuga

Los filetes de la pechuga son una de las partes de la misma que se consiguen al abrirla por la mitad, como si fuera un libro. Suele presentarse si la pieza está deshuesada. Su preparación puede variar en función de la receta, pero es una pieza muy saludable y excelente para dietas hipocalóricas.

Pechuga con ala

Esta es una de las partes del pollo que se encuentra en los cuartos delantero, sin contar con los huesos del tórax, con el hueso de la alita y con la carne que se cierra alrededor. La misma puede conseguirse también en la alita y sin la piel. Se puede usar tanto en salteados como en asados, y complementa el buen sabor del ala con el de la pechuga.

Cuello

Con esta pieza se suele quitar la piel entera y se emplea en la creación de fondos. Junto con otras partes del pollo como el hígado, el corazón y la molleja se pueden realizar menudos de pollo.

Crestas de pollo

Las crestas de pollo son una opción viable para muchos, por su tejido gelatinoso que es lo más demandado. El mismo es un producto que se sirve completamente limpio, aunque en ocasiones puede servirse con otros derivados de pollo para realzar el sabor y la textura.

Partes del pollo: Parte trasera

En los cuartos traseros del pollo podremos notar que se pueden realizar varios cortes, por lo que, como ocurre con los cuartos delanteros, nos concentramos en las zonas más reconocibles del mismo, en donde entran: Los muslos, los contra muslos, el obispillo, los cuartos traseros y los jamoncitos o muslitos. Estas partes pueden ser cocinadas también de muchas maneras, pero las más conocidas serían: fritas, asadas, en fondos, en arroces y mucho más.

Muslitos o jamoncitos

Los jamoncitos o muslos son una de las partes favoritas del pollo, y se encuentra en la parte inferior de la pata que está debajo de la zona de la articulación de la rodilla. Estos se comen con frecuencia enteros y con la piel. Pero la manera de sacarles el máximo potencial es cuando aprovechamos su sabor frito, en arroces o guisos.

Contramuslos

Se forman con la zona superior de la pata que está por encima de la articulación de la rodilla. Esta parte del pollo se encuentra más cerca del cuerpo del animal y es una zona muy carnosa y jugosa. Está con frecuencia unida al muslo, pero puede separarse si así se desea. Al igual que la pieza anterior, se puede cocinar de manera perfecta tanto en asados, salteados, fritos o arroces.

Cuarto trasero

Cuando se habla de los cuartos traseros, se trata de aquella parte del pollo que toma los muslos, así como la parte de la espalda o espinazo, un poco menos de la cuarta parte trasera del pollo, que será casi la cuarta parte de la carne del pollo en total. Esta es de las zonas más sabrosas y se puede cocinar de maneras muy variadas, aunque destaca más que todo en barbacoas.

Muslo

Los muslos del pollo están compuestos por jamoncitos y contra muslo, que son la pieza completa que se cocina con más frecuencia. Los mismos se venden completos, listos para asar o freír. Es una de las partes del pollo más jugosas.

Obispillo

El obispillo es una de las partes del pollo menos conocidas, y en la anatomía del mismo es la que está después de la parte superior de la cola. Esta pequeña porción de carne, que realmente se divide en dos partes, cuenta con una forma de almendra y su sabor es exquisito.

Patas

Las patas son sobre todo usadas en la realización de caldo, pues no cuentan con mucha carne, además de también resultar en complementos de frituras. En ocasiones, si se quiere ir por lo saludable, se les retira la piel, se aderezan y se hacen a la parrilla.

Partes del pollo: Menudos de pollo, vísceras

En este conjunto se entiende como menudos de pollo, a las partes del mismo que no entra con las mencionadas, como serían el corazón, el cuello, las crestas, el hígado y la molleja del animal.

Molleja

Esta es una parte que se sirve entera, y puede ser cocinada más que todo en caldos o guisadas.

Corazón

Juntándose con los higaditos, el cuello, la molleja y la cresta del pollo se crea el conjunto denominado menudos de pollo. Con el corazón, se pueden hacer encebollados, o incluso cocinarse a la parrilla o al vino.

Hígado

Esta es una de las comidas más frecuentes para las personas anémicas por su alto índice de vitaminas y minerales. El mismo puede cocinarse como un guisado o acompañado con verduras, pero también a la plancha, con arroz u otros alimentos que prefieras. Esta parte como mencionamos, también es muy rica en hierro.

¿Cómo distinguir una carne de pollo de calidad?

Con el fin de obtener lo mejor en cuanto a los derivados del pollo, es importante garantizar que la carne de pollo que estemos comiendo sea excelente. Para poder determinar este punto, puedes guiarte de ciertos aspectos.

Color

Uno de los aspectos más resaltantes en todas las comidas es el color. Para poder determinar si el pollo está en su máximo punto, es importante notar si la carne tiene cierto tono amarillento, pues son las que presentan mejor calidad, pues su alimento base fue el maíz, y no procesos químicos.

Textura

La textura también es un aspecto fundamental al momento de determinar su calidad. Por un lado, deberás ver si tiene patas frescas con pequeñas escamas. Además de ello, una piel tersa, lisa y para nada pegajosa.

Cuerpo del pollo

Si compramos un pollo entero, debemos notar si el cuello está fuerte y que los muslos del mismo se presenten de manera redondeada y gruesa. También deberiamos verificar que no haya ningún tipo de mancha.